Tuesday, March 11, 2014

El galpón de San Isidro lleva seis meses sin actividades

Mientras la junta vecinal de San Isidro anuncia la reapertura del galpón del barrio ubicado en el Plan Tres Mil, el conflicto que se generó hace seis meses con la institución cultural de la zona continúa latente. El 9 de septiembre de 2013, el galpón donde antes se realizaban las actividades del Centro Cultural San Isidro pasó a manos de la junta vecinal. Desde entonces ha permanecido cerrado. Según los actuales encargados, todo este tiempo se ha trabajado en la refacción y acondicionamiento del espacio para brindar una serie de talleres y cursos a los habitantes de los barrios San Isidro y Villa Bolivia.

EL DEBER pudo comprobar que se ha colocado piso de cerámica en la entrada del galpón, mientras que la grama alrededor está descuidada y hay una cámara séptica abierta. Según el presidente de la junta vecinal de San Isidro, Diego Justiniano, aún falta concluir arreglos y se espera un donativo de mueblería para iniciar la próxima semana, aseguró, los cursos de repostería, bisutería y panadería para mujeres y las clases de higiene bucal para los niños de la escuela Yotaú. “Trabajamos las dos juntas vecinales (San Isidro y Villa Bolivia), ya no hay fronteras ni disputas, estamos trabajando por la UV 146, en conjunto”, afirmó Justiniano.

En un sondeo realizado entre los vecinos de ambos barrios se evidenció la disconformidad con el trabajo de la junta. La señora Dolly Jiménez reclamó que nunca llaman a reunión y que hay muchos asuntos por resolver, entre ellos el arreglo de las calles, que son intransitables. De la misma forma opina Marioly Sánchez, quien echa de menos que se convoque a los habitantes a hablar de la problemática de los barrios.

No hay acercamiento

El subalcalde Jesús Álvarez celebró que la refacción del galpón esté por concluir y aseguró que el centro cultural volverá a trabajar en el galpón en actividades coordinadas con la junta vecinal. “La idea es que esto quede en manos del centro cultural. Ese compromiso fue de palabra con la junta de Villa Bolivia. Falta conversar con San Isidro”, afirmó Álvarez.

No obstante, Justiniano negó que exista un acercamiento con la gente del centro cultural y, por el contrario, reclama que no se han aproximado para hablar. “El centro cultural se salió cuando nosotros le pedimos un espacio para cursos. Ellos no quieren trabajar con la junta,” aseveró el dirigente.

Por su parte, Fernando Figueroa, del centro, indicó que no están pidiendo volver al galpón, sino que esperan que la junta asuma su trabajo como habían quedado. “Queremos seguir haciendo nuestro trabajo sin que nos quieran perjudicar ni desprestigiar. Queremos seguir aportando a la sociedad, pero no queremos problemas, queremos trabajar conjuntamente”, expresó Figueroa

Antecedentes

Se fueron en septiembre
Todo empezó cuando el 11 de septiembre el nuevo presidente de la junta vecinal del barrio San Isidro, Diego Justiniano, solicitó la devolución del galpón, aduciendo que quería realizar nuevas tareas y trabajos en el edificio. Finalmente, el galpón fue desalojado por el centro el 30 de ese mes.

Pidieron el desalojo
Justiniano en su descargo dijo que pidió el desalojo al no obtener una respuesta de parte de los directores del centro al pedido de ceder el espacio algunas horas a la semana para realizar sus propias actividades para los vecinos.

El centro no para
El Centro Cultural San Isidro continúa con su labor en sus instalaciones del barrio. Algunas de las últimas actividades han sido la creación de la Escuela de Padres y el Benjabús, de la escritora Sarah Mansilla.


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