Wednesday, July 16, 2014

Sede de excombatientes se convierte en museo militar

Julián Palomino García, con una asombrosa lucidez pese a sus 97 años, aunque con un poco de sordera, es uno de los ocho beneméritos sobrevivientes radicados en Santa Cruz decididos a ceder el edificio de la Federación Departamental de Excombatientes de la Guerra del Chaco (Fedexchaco) para que se convierta en un museo histórico militar, administrado por la Octava División de Ejército.

De hecho ya se inició la recolección de periódicos, recortes de prensa, fotografías, armas, vehículos, utensilios, botiquines y uniformes que se usaron en la contienda bélica. Esta iniciativa de aprovechar el inmueble para mostrar las reliquias de la campaña chaqueña que enfrentó a Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935 surgió del comandante de la Octava División, Juan Antonio Olivera, que es parte del comité que está recolectando lo que se exhibirá.

Olivera estima que los gastos para la primera fase, que comenzará a ejecutarse desde el lunes, son de Bs 10.000, y de Bs 20.000 para la siguiente etapa, previendo la entrega del museo el 24 de septiembre.

“Pedimos a las instituciones públicas, como la Gobernación y el municipio, así como a las empresas privadas, plegarse a la iniciativa que dotará a la ciudad de un museo histórico temático que mostrará las distintas etapas de la actividad militar en el país, pero principalmente de la Guerra del Chaco”, convocó Olivera.



Manos a la obra

Para adelantar la tarea se han conformado comisiones para la transformación del edificio, pues en el ingreso contará con dos guardias vestidos a la usanza de los soldados que lucharon en las batallas del Pari y de Florida, para dar paso a un monumento, luego a una biblioteca, dos salas y tres patios donde se apreciarán armas de guerra y motorizados antiguos.

“El viernes lanzaremos la convocatoria para que los artistas cruceños se interesen por construir un mural referido a la Guerra del Chaco”, dijo Carlos Gallardo, el coronel responsable de materializar el plan. A su turno, Palomino pidió expresamente que los nombres de sus camaradas beneméritos queden inmortalizados en los murales

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