Sunday, October 12, 2014

Douglas Rodrigo Rada “Hay poca práctica del dibujo en el arte boliviano”

En Dibujos 1999-2013, Douglas Rodrigo Rada reúne diferentes obras en la disciplina del dibujo contemporáneo. Un centenar de figuras conforman esta ediciòn. El libro es publicado gracias a la Galería Kiosko y al Centro Simón I. Patiño, de Cochabamba.

¿Cómo es tu proceso de trabajo a la hora de dibujar? Algunos de tus dibujos en este libro parecen estar cargados de mucha espontaneidad, otros presentan una técnica quizás obsesiva y paciente.

Tengo una bitácora que llevo conmigo a todos lados, trabajo en ella todos los días, y me sirve para poder tener cierto tipo de control de las ideas y de las obras en las que estoy trabajando en ese momento. Esta bitácora contiene un montón de ensayos espontáneos, bocetos, proyectos y en algunos casos recortes y fotografías de cosas varias que me llaman la atención en ese momento.

Tal vez la espontaneidad y libertad del proceso está realmente ahí, y no tanto en los dibujos sobre papel que la gente vería en una exposición o que se aprecian en el libro.

Algunas obras involucran mucha inversión de tiempo, efectivamente y eso implica paciencia inevitablemente, pero creo que me aboco a mi herencia de artista conceptual y pienso que este tiempo invertido no es casual y está directamente relacionado con los contenidos de esas obras en específico.

En esta selección destaca el cuerpo humano. En una entrevista mencionabas que un país tan heterogéneo y en constante transición como Bolivia han podido influenciarte, tanto en la identidad individual y corporal. ¿Es así? ¿Seguirás en esta búsqueda?
Últimamente me preguntan con frecuencia por qué me interesa el cuerpo humano, la respuesta más fácil sería decirte que habito en uno y no puedo dejar de preguntarme cómo terminé aquí; lo cierto es que cualquier tipo de interés que pueda surgir en las expresiones culturales tienen siempre razones contextuales, algunas respuestas posibles podrían ser: la posmodernidad, el nuevo relacionamiento social a través de la red, la esquizofrenia social, la educación católica, etc.

¿Por qué trabajar solo con los colores blanco y negro? ¿Qué encontrás en esa dualidad?
La dialéctica en muy importante en las obras planas que hice entre 1998 y el 2006; las obras de alguna forma eran esquemas que reflexionaban sobre los límites entre "lo uno y lo otro" y por eso es que hay permanentemente esta dualidad en tensión.

¿Calificarías tu obra en cuanto a dibujos como pesimista, como se sugiere en la introducción del libro?
Pesimista jamás, pero me interesa el concepto de superhombre de Friedrich Nietzsche, el cual sugiere que el hombre tiene que tener el valor de enfrentarse a la realidad sin muletas (religiones, cultos, fanatismos). Creo que eso puede verse en la obra.

Comentaste que tenías en mente otro libro con dibujos más transgresores ¿qué tan diferentes a estos serán en cuanto a técnica al momento de crearlos? ¿Qué temas abordarán?
Este libro es una especie de introducción, una compilación breve que permite dar una idea al espectador de mi proceso y de todas las transformaciones que ha sufrido este con el tiempo; pero me gustaría invitar a otros artistas e intelectuales a proponer otras miradas que permitieran aproximarse a mi trabajo de otras maneras.

¿Cuál crees que es la línea que define el dibujo contemporáneo boliviano?
Extrañamente se ve muy poco de la práctica del dibujo como un fin en el circuito del arte boliviano, dudo que hayan líneas que puedan definir la práctica del dibujo local actual. De todos modos hay gente tanto de diseño gráfico, grafiti y arte visual que tienen una excepcional visión sobre el dibujo. Entre los que más me interesan están Andrés Bedoya, Alejandra Alarcón y el grafitero Matarte

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