Tuesday, November 18, 2014

La cultura, en el debate sobre el control político

Después de más de una semana del incidente en el Festival Santa Cruz de las Letras, la polémica sobre la supuesta censura que sufrieron Wendy Guerra y William Navarrete continúa con los mismos actores y otros que se suman a los debates en las redes sociales.

La determinación de los organizadores sigue siendo criticada, mientras algunos se lamentan que las instituciones culturales se politicen.

Consultado por EL DEBER, el jefe regional del Ministerio de Culturas, Edson Hurtado, brindó su respaldo a Homero Carvalho, quien fue señalado por los cubanos como el “funcionario municipal de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (BCB) que recibió órdenes del Gobierno” de evitar que se realice la conferencia Cuba por dentro y por fuera.

“La denuncia por intento de censura ha sido sobredimensionada. En un espacio que estuvo destinado para hablar de literatura, el tema de la política estaba fuera de lugar. Creo firmemente en que hay espacios para debatir sobre política, historia y literatura. Y hay que respetarlos”, respondió Hurtado.

El mismo respaldo recibió el poeta de parte del cochabambino Ramón Rocha Monroy, que en un texto que publicó con el título de A Homero no me lo tocan, menciona: “No nos vamos a pelear por nada. Vamos a agradecer las gentilezas de las anfitrionas, la excelencia del recinto del Centro de la Cultura Plurinacional que nos acogió”.

Responsabilidades
En el otro bando quedó Edmundo Paz Soldán, que durante la semana tuvo una tibia participación del debate en las redes; sin embargo, el domingo decidió contestar a Carvalho, que lo señaló en diversas intervenciones como generador de una división interna entre los escritores. “No he tratado de deslindar responsabilidades sino de decir lo que ocurrió; si yo hubiera sido del comité organizador, probablemente me habrían consultado sobre el tema de la censura y me habría negado terminantemente a ello”, afirma Paz Soldán en una columna publicada el domingo en EL DEBER.

Otro autor que respondió a una alusión de Carvalho, fue Emilio Martínez, que en una carta enviada a este medio indica: “Alegar que una conferencia molestará a alguien por su tema y presionar para cancelarla es, viniendo de un representante estatal, un claro acto de censura”.
De censura también habla la periodista Maggy Talavera en un artículo en el que deja ver su preocupación “porque esos tentáculos ganan cuerpo en espacios que deberían preservarse libres de cualquier control político o económico”.

De similar criterio es su colega Lupe Cajías, que afirma que lo sucedido es producto de la politización de la fundación del BCB. “Este panorama es negativo, la fundación debería contar con personas con méritos académicos, que tal vez los tengan, pero ahora parece que más peso tiene el tema político que el cultural”, aseveró Cajías.

Por su parte, Edson Hurtado niega que hubiese tenido injerencia en la elaboración del programa del festival y en la decisión de observar la conferencia de los cubanos. “Yo me enteré de este evento el mismo día. Llegué de viaje de La Paz para inaugurarlo y recién vi el programa final”, afirmó Hurtado

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