Los conflictos limítrofes y los límites que impone el ser humano son parte de la temática curatorial en que se basa la Bienal Internacional de Artes Visuales, organizada por el municipio cruceño. Esta temática, desde distintos ángulos, está presente en las 49 obras seleccionadas por el curador Eduardo Ribera, de las 170 que postularon para ser parte del concurso más importante del arte contemporáneo en nuestro medio.
“La bienal ha crecido considerablemente; si en 2012 teníamos 27 obras seleccionadas y en 2014 fueron 33, para esta versión son 49 los trabajos que hemos escogido, luego de un proceso arduo. A pesar de que esto implica más trabajo y más presupuesto, el principal beneficiado es el público”, afirmó Ribera.
Técnicas
El curador dijo sentirse sorprendido, no solo por la calidad de los trabajos, que se ajustaron a la temática curatorial (lo limítrofe), sino también por la presencia de obras elaboradas en técnicas tradicionales, como la cerámica y el grabado. “El arte contemporáneo no se encierra en una técnica; el arte conceptual puede usar toda clase de soportes, incluyendo los tradicionales, que también han demostrado que pueden proponer obras que motiven a la reflexión, como ha ocurrido en este caso”, añadió.
Con cierta ironía, el artista resaltó que el tema propuesto es tan actual que incluso forma parte de la agenda política y económica del Gobierno (el campo Incahuasi), además que está presente en la visión de diversos artistas, incluyendo internacionales, que han abordado el tema desde lo territorial (la frontera) hasta la presencia del cuerpo o la piel como espacio limítrofe.
“De la selección se configura una geografía, la cual está dada a partir de las mismas obras que se complementan entre sí, para luego estar dispuestas en una sala, por eso algunas obras se necesitan entre ellas”, finalizó Eduardo Ribera
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