Wednesday, November 8, 2017

Philippe Bizot, el mimo presenta una obra sobre el paso del tiempo


El mimo francés Philippe Bizot procura venir a Bolivia cada dos años. Recuerda que la primera vez que llegó al país fue a mediados de los 90 y que se ‘enamoró’ de él. Esta semana está nuevamente en Santa Cruz y tiene una agenda bien apretada: desde el lunes hasta mañana ofrece un taller en dos turnos en el Centro de la Cultura Plurinacional (CCP), hoy tiene una charla sobre su trabajo en el snack Tía Ñola, a las 20:00 (Sucre # 532, ingreso gratuito), y el sábado presentará su nueva obra, The last boat, en el CCP, en la que hace un repaso a sus más de 40 años de trayectoria.

Una carrera en el silencio
“Desde mis ocho años supe que quería ser un mimo. Recuerdo haber visto al maestro Marcel Marceau y la idea se me metió en mi cabeza”, comenta Bizot.

“Pero yo era demasiado joven para ir a algún curso a aprender las técnicas, así que fui inventándome movimientos. Después, cuando empecé a actuar en público, a través de las reacciones de la gente fui conociendo más cómo moverme y así fui consolidando mi estilo”, cuenta Bizot.

Precisamente eso es lo que les quiere inculcar en el taller que lleva a cabo en el CCP, a ser únicos. “Estoy seguro de que dentro de cada uno hay oro y yo intento de que brillen más. El taller se basa en la memoria, el cuerpo, las emociones y la belleza, porque actualmente la gente está perdiendo el sentido de maravillarse, escogen estar viendo sus celulares, yo quiero sacarlos de eso”, resalta el mimo.

“Si piensas en tus momentos más bellos, en tus recuerdos más felices y también en los más tristes, vas a poder dejar entrar también el silencio”, señala Bizot.

La obra

The last boast, que se presentará el sábado, a las 20:00, en el CCP, a un costo de Bs 70 la entrada, igual juega con la mirada al pasado, con la memoria, un recuento por la carrera de más de 40 años de Philippe Bizot.
“Me encanta ver mi pasado, todo lo que soy ahora se lo debo a él. Es también un trabajo sobre la espera, sobre la memoria colectiva”, explica el mimo francés.

Bizot pasa la mayor parte del año en China, donde dirige y da clases en el teatro ópera de Beijing. Al comparar las situaciones de los dos países en las artes escénicas, el francés comenta que si bien el teatro en Bolivia es pobre, aquí con muy poco hacen cosas maravillosas. “En China hay una presencia total del teatro, cada actor tiene cinco o seis asistentes, hay un rigor que nunca he visto en otro país. Hay niños que reciben clases de todo, de canto, de baile de actuación, eso les da una excelencia en su trabajo, pero son tan técnicos que les falta la emoción, y mi trabajo es eso, ayudarles a expresarla”, afirma.

Finalmente, Bizot dijo que gracias a su carrera es un hombre libre, que lo ha llevado por todo el mundo.
“El teatro me lo dio todo”, enfatizó.

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