Murillo afirma que decidió usar estas bebidas porque la primera acompaña al ser humano desde tiempos inmemorables y la segunda ha sido un producto esencial en las sociedades contemporáneas.
Mundos mis mundos es una obra íntima y onírica, además que en cada una de sus piezas deja reconocer la propuesta lúdica de su autora, en la que una estética de la provocación está presente en cada pincelazo que ha sido colocado.
“Son cuadros sin ninguna escuela ni tendencia conocida, ni pertenecen a una línea de arte específico, simplemente están hechos con el porcentaje más alto posible de los sentidos y con una gran entrega emocional y de sorpresa”, añadió la artista
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