Bajo la dirección de César Scotta, el Concierto de la Ciudad 2014, Septiembre de Gala, tuvo varios puntos altos, sobre todo en los arreglos orquestales y en la selección de los mejores músicos y coristas del medio. Acertada también fue la participación de las solistas, como Guísela Santa Cruz y Camila Soruco. La primera reafirmó su calidad con piezas clásicas, como El guajojó; la segunda, sorprendió con su interpretación de Mi Santa Cruz.
Asimismo sorpresa fue la actuación de la cantante Carmiña Cabrera, con dos temas de su autoría (Nostalgia y Bajo mi cielo) que, con aires de bossa nova y con una introducción al piano a cargo de Scotta, parecían la versión siglo XXI de Santa Cruz de antaño.
También estuvo a tono Andrés Barba, con El carretero y El espejo, un tema propio. A su vez, el tenor español Francisco Velasco volvió a estremecer corazones, como lo hizo el año pasado con Niña camba.
El himno cruceño puso de pie a los presentes, que quedaron cautivados con la voz de la pequeña Yoly Flores. A esas alturas, la emoción subía en intensidad y Glen Vargas estaba dispuesto a ponerle más decibeles. El guitarrista hizo gala de su virtuosismo y se sumó al homenaje con temas de su disco Raíces. Empezó con la acústica y terminó electrificando al público con una majestuosa versión de Rosita Pochi.
Luis Beltrán y los fuegos artificiales cerraron una gala inolvidable en la noche cruceña.
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