No se sabe qué es. Estrenada en 2012 y hecha en base a una investigación de seis meses, cuenta la historia de los internos de un siquiátrico, todos acusados de cometer delitos de sangre. Para poder captar la esencia de los personajes y contar sus historias, las actrices convivieron con los enfermos mentales. Larreynaga relata que una vez estrenada la obra fue de mucho impacto en su país, a lo que el codirector agrega que esto se debe a que "no se sabe si es un hospital donde hay internos o una cárcel donde hay enfermos".
Amor a primera vista. Los dramaturgos que terminaron haciendo la obra "por amor a primera vista", confiesan que el teatro para ellos es una forma de vida. "Pasas el día como maquinando cosas", dice Luis y Egly agrega que es como la forma de intentar y cambiar el mundo. "Queremos pensar que estas historias que vamos a contar van a servir para sensibilizar y contar con una realidad", puntualizan.
Las pandillas. Adelantan que su próxima obra es sobre las pandillas, uno de los principales problemas de El Salvador.
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