Paola Barrios. Vive para bailar. Tiene 22 años y está a punto de licenciarse como coreógrafa e intérprete en Chile.

Desde que tiene uso de razón, su vida ha estado ligada al baile, y a los 14 años, Paola Barrios Berlioz eligió profesionalizarse en ese arte, que desde su infancia compartió junto con su madre, Grysell Berlioz, en su escuela, Bellart.

Este 2014, a sus 22 años, la bailarina se graduará como coreógrafa e intérprete, en la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación (Uniacc) de Chile, y ya tiene planes: “Volveré a vivir en Santa Cruz, donde seguiré bailando y enseñando”, comenta muy contenta porque ha estado alejada de su familia por mucho tiempo.

También confiesa que, pese a que creció en una academia donde predomina el ballet, actualmente su nueva pasión es el ballroom (baile de salón).

¿Qué te provoca esta nueva pasión?
El baile de salón despertó en mí una pasión intensa, casi como el ballet. Además ya gané tres competencias en nivel básico intermedio y voy por más.

¿Qué otros ritmos de baile te llaman la atención?
La danza moderna, el tap (zapateo americano) y el jazz.

¿Extrañás Santa Cruz?
Bastante, es mi casa. ¡Muy pronto volveré!

¿Qué significa para vos la danza?
¡Todo! Es el lenguaje del cuerpo, por lo que vivo y de lo que vivo. Y llevás toda una vida en la danza...
Sí, desde que tengo uso de razón, pero de manera profesional desde los 14 años. Siempre crecí en la academia, rodeada de bailarinas, de tutús y de zapatillas. Y bueno, mi mamá siempre fue mi maestra.

¿Qué papel jugó ella en tu carrera?
El más importante porque me enseñó desde mi primer paso y me apoyó para que estudie en Chile.

¿Cuáles han sido tus sacrificios?
Los típicos, como faltarme a las fiestas de cumpleaños de mis amigas y familiares porque tenía una presentación de ballet, pero lo más importante fue mantener buenas calificaciones en el colegio, porque si no no iba al ballet.

¿Cuáles han sido tus logros como bailarina?
Al margen de las competencias ganadas...No he conocido ninguna otra carrera en el mundo que me brinde la satisfacción que me da la danza, es decir, la satisfacción de vivir a través de ella.

¿En qué lugares has mostrado tu arte?
En escenarios locales, en los de Chile y también en los de Nueva York.

¿En tu vida tenés espacio para cortejos?
Sí, pero por el momento estoy casada con la danza.

Cuando no estás bailando, ¿qué hacés?
¡Divertirme! Y leer mucho sobre la historia del arte.