Édgar Lora: vuelve a Santa Cruz un guía de la cultura

Hace siete años el profesor Édgar Lora decidió que quería regresar a Comarapa, su pueblo natal. Llevaba viviendo más de la mitad de su vida en Santa Cruz de la Sierra y necesitaba un descanso de los ajetreos propios de la urbe. El retorno tuvo un punto muy productivo para él. 

"En Comarapa he llevado siete años de mucha lectura, me puse a leer, y también a releer, todo lo que tenía acumulado, pasé horas extraordinarias de lectura. He escuchado la música que me encanta, me traje los mejores discos de mi gusto. He disfrutado de todas las películas que me han recomendado. De manera que creo haberme enriquecido, porque también he hecho un trabajo espiritual, de mucha meditación. Creo que he crecido, madurado, me he descubierto en muchas facetas”, contó el profe Lora.

Pero hubo otros puntos que Lora no pudo desarrollar como él hubiera querido, como su participación en las actividades educativas y sociales de Comarapa, y que, a la hora de hacer una evaluación de esta situación, pesaron para decidir su retorno a la capital cruceña, que se concretará en marzo de 2017.

No es profeta en su tierra
Lora, con amplia trayectoria en la gestión educativa y cultural de Santa Cruz, donde organizó festivales de teatro como El Paúro y Bicu Bicu; fue oficial mayor de Cultura, entre otros logros, ha llegado a sentirse como un desplazado en su propia tierra.

“Lo que pasa es que las leyes del país, así como están ahora en el Estado Plurinacional, exigen que un ciudadano que quiere participar e involucrarse en obras públicas y sociales tiene que estar en una OTB (Organización Territorial de Base), ser líder de una comunidad, ser concejal o por último estar inscrito en un partido político”, reflexiona Lora.
Algunos de los casos ocurridos que entorpecieron la labor de Lora en Comarapa: una escuela de Bellas Artes que quedó truncada cuando Lora y su amigo Mario Bello -que habían conseguido el apoyo de instituciones cruceñas para levantar la escuela- le pidieron ítems de profesores a la Alcaldía comarapeña, que no acepta y con esto se pone fin a la escuela.

Un curso de capacitación para profesores que ofrecía también se suspendió porque el director del Seduca reconoció en Lora a alguien que quería meter la política en estas enseñanzas. “Me dijeron que yo era de otra línea política. En realidad, saben que yo siempre estuve en contra de la reforma educativa implementada por el MAS y eso me ha generado anticuerpos”, explicó.

Hubo el caso de otro programa social que quiso implementar Lora para los profesores, rechazado porque supuestamente era una campaña apoyada por una ONG, cuando en realidad solo contaba con el apoyo de la editorial La Hoguera.

El retorno
Lora sabe que los tiempos cambian, hay mucha gente nueva en Comarapa y por lo mismo la mayoría ahí no conoce el trabajo que ha desarrollado en todos estos años en Santa Cruz.

No guarda rencor ni resentimiento, solo que si no puede trabajar en su pueblo natal tiene que buscar dónde hacerlo, porque su hiperactividad le impide estar quieto, pero más que eso, las ganas de aportar a la educación, a la cultura, a formar jóvenes, por eso es que ha decidido dejar ese pueblo: para seguir transmitiendo lo que él mismo continúa aprendiendo, por eso vuelve a Santa Cruz, aunque el ruido y el desorden urbano le hagan añorar a su tranquila Comarapa