Monday, May 30, 2016

Se encuentran en Santa Cruz y La Paz Espacios invadidos por libros, teatro, cine y pintura

En estos espacios la atención es exclusiva. Los meseros son los mismos dueños y los clientes tienen a disposición libros, música, obras de teatro y hasta talleres y casi nunca falta un buen compañero con quien hablar, que puede ser algún escritor, músico o cualquier otro amante de la cultura. Lejos de contar con la típica decoración de los boliches nocturnos estos lugares revisten sus paredes con libros, fotos o pinturas de figuras reconocidas del arte o simplemente dejan que el turista deje su huella en sus "negocios".

El cronopio en Santa Cruz. Encontrar a un escritor tomando un café o un dramaturgo creando su nueva obra no es cosa de extrañarse. "Aquí pueden venir a leer un libro sin necesidad de consumir", comenta Jorge Loaiza, propietario de la Esquina del Cronopio, que este año abrió sus puertas en la capital cruceña. "Es un lujo cuando las personas se juntan y comienzan a reconocerse y compartir. Surgen historias y recuerdos. Así como situaciones raras de un poeta reconocido conversando con un ingeniero de telecomunicaciones sobre un poema que trata de la velocidad de la luz", manifestó Loaiza, que dentro de sus ofertas no solo tiene un menú de tragos únicos y comidas orgánicas, sino también lleva a cabo un proyecto de biblioteca que crece cada noche.

Sabor, teatro y cine. Como una iniciativa familiar nació "El snack Tía Ñola". "Es un espacio cultural disfrazado de un negocio que busca generar un movimiento artístico distinto al que se ofrece en los espacios tradicionales de cultura", enfatizó su propietario, Ariel Vargas, que trae esta propuesta arriesgada y atractiva. Por su parte, en la Guarusa se puede disfrutar de un encuentro cultural y autogestionado desde del deseo político feminista de mujeres que buscan formas alternas de "vida". Entre sus actividades, los miércoles se puede participar de las proyecciones de una serie de cortos y largometrajes de diversas temáticas.

La "ciudad maravilla" también ostenta espacios llenos de arte. A estos lugares llegan desde autoridades hasta artistas. El Museo del Aparapita del gestor cultural Elías Blanco Mamani, el café Rayuela y la Almatroste Cafebrería se sitúan en La Paz y desde ahí su fama de "lugares únicos" se expande. La característica común de estos lugares es que son un refugio de la cultura boliviana. En ellos se exponen retratos de figuras representativas, se realizan exposiciones de artistas plásticos y presentaciones de libros, teatro y música. "Las dos somos artistas, así que no nos imaginábamos un simple lugar de café. Tenía que tener cosas de arte para que la gente pase horas disfrutando", puntualizó la escritora Claudia Peña que junto a Verónica Mendizábal hacen funcionar Rayuela desde hace un año.

Esquina del Cronopio
Con paredes que hablan y libros que se prestan, la Esquina del cronopio está ubicado en la calle Colón, esquina Lemoine en la capital cruceña. Con una agenda siempre activa esta semana se dará un taller de poesía denominado "otra caja de herramientas" brindado por Cecilia De Marchi. Asimismo, Vadik Barrón dará un concierto.

Café Rayuela
Con una decoración muy especial y muchas plantas, que además es un refugio para algunos perritos, este café se abrió hace un año en la zona de Obrajes, calle Héctor Ormachea 5604, en la esquina calle 10. Entre las actividades de su menú se realizan "cuenta cuentos", exposiciones de arte y conciertos de artistas.

Guarusa
El arte, de formación, de discusión y debate es el principal interés de este lugar, que se ubica en la calle 24 de Septiembre #420. En un pequeño pero acogedor ambiente, las administradoras ofrecen un espacio para el intercambio político cultural. La boticaria y las artesanía y un "snack saludable" son los demás servicios.

Snack Tía Ñola
Con una cartelera de teatro permanente busca impulsar un movimiento teatral generando oportunidades para los artistas. El pequeño snack, de propiedad de la familia Vargas, es dirigido por Ariel Vargas, actor de teatro e hijo mayor de la familia. En este lugar, ubicado en la calle Ñuflo de Chávez #88, se venden masitas y aperitivos.

Museo del Aparapita
Creado por el periodista paceño, Elías Blanco Mamani, es el punto de encuentro para los amantes de la cultura boliviana. En sus instalaciones desde el detalle más pequeño tiene su historia y se pueden apreciar mientras se almuerza. Está ubicado en la Av. 31 de Octubre # 1573, en Villa San Antonio.

Almatroste Cafebrería
A la luz de la vela con libros a disposición y un menú interesante nació con la premisa de llenar los vacíos que genera el circuito oficial de la cultura en La Paz. Entre las áreas que potencia está la música, la literatura, las artes escénicas y las exposiciones de artistas plásticos. Está ubicado en la calle Ingavi # 730, esquina Alto de la Alianza.

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