Tuesday, January 13, 2015

Carolina lleva la creatividad en las venas

Nació en Montevideo, Uruguay, el 29 de septiembre de 1985, hija de Maggie Jáuregui y Gabriel Bessolo. A sus 7 años ingresó a clases de danza hasta sus 19, a los 12 formó parte de diversos talleres de teatro, hasta el 2001 cuando fue seleccionada en un casting para ser parte del elenco de Chapliniños, en el 2002, a sus 16, formó parte del elenco de Chaplin Show. En los años 2009 y 2010, consecutivamente, ganó el premio Tiqui como actriz protagónica del año, desde el 2011 forma parte del elenco estable del programa televisivo de stand up "Fuera de Chiste" por Unitel.

¿Cómo nace el deseo de estar en los escenarios?
C.B.: A mis 7 años fui a ver una obra de ballet, ahí nació mi deseo por la actuación. A mis 12 años, cuando actué por primera vez un monólogo en el que interpretaba varios personajes a la vez, descubrí que el teatro provocaba en mí una satisfacción única.

¿Cuál ha sido el reto más difícil que has tenido que afrontar a lo largo de tu carrera?
C.B.: Estoy constantemente enfrentando retos y tomando decisiones que marcan mi camino profesional. Sin embargo, uno de los más recientes fue la interpretación de un personaje dramático en la película "El juego de la silla", dirigida por Jorge Sierra. En esta ocasión, en vez de hacer reír debía transmitir suspenso, además de la difícil tarea de interpretar a una adolescente diez años menor que yo, fue un nuevo y gran reto para mí.

¿Además de la actuación a qué otra actividad te dedicas?
C.B.: Aparte de la actuación también hago producción y dirección teatral, además de composición musical de las obras que se realizan en Libélula. Cada uno de estos trabajos me ha traído satisfacciones y aprendizajes diferentes.

¿Qué es lo que más disfrutas de tu carrera como actriz y humorista?
C.B.: Me permite hacer volar mi imaginación la mayoría del tiempo. La creatividad es una herramienta que uso constantemente, pues casi siempre me encuentro inspirada. Cada experiencia nueva es una oportunidad para crear, es como un ejercicio cotidiano que potencia nuestras capacidades artísticas.

¿Alguna experiencia graciosa o incómoda que recuerdes?
C.B.: En el estreno de mi primer presentación en Chaplin debía hacer un personaje de niña con una lamparita, estaba tan nerviosa que tumbé la lamparita en pleno acto y se desplomó en pedazos, lo único que se me ocurrió fue improvisar un llanto de niña que al parecer causó mucha gracia porque al día siguiente, el director Adolfo Mier me pidió que lo repitiera durante toda la temporada.

¿Cómo te describes como persona?
C.B.: Me declaro optimista, tengo una gran voluntad para hacer las cosas. Soy muy cariñosa con mi familia y amigos. Me gusta la libertad e independencia, suelo sonreír bastante. Soy muy inquieta y me gusta aprender cosas nuevas todo el tiempo. Me creo capaz de hacer todo lo que me propongo y mi mayor defecto es ese que quedo exhausta por querer hacerlo todo. Me considero una persona feliz y agradecida por ello.

¿En estos momentos hay alguien que ocupa tu corazón?
C.B.: Mi corazón siempre está ocupado por personas especiales e importantes en mi vida. Y sí, alguna vez pretendo casarme, pero por ahora no.

¿Qué nuevos proyectos se vienen?
C.B.: Me gustaría retomar el proyecto de Libélula en la televisión, los niños no tienen un espacio en ella en la actualidad y son los que más la ven, necesitan un proyecto con contenido dedicado especialmente a ellos, con toda la pedagogía de un programa infantil y la magia que la televisión te permite transmitir.

'Mi familia es y será mi prioridad, además, por supuesto mi trabajo, que es mi gran pasión'.

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