El II Concurso Nacional de Orquestas Juveniles de Bolivia Música para crecer ya está en la etapa de las semifinales, a la que llegaron ocho agrupaciones, ellas son la Orquesta Juvenil Paz y Bien, de San Ignacio de Velasco, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Urubichá, la Orquesta Municipal de Cuerdas, de San José de Chiquitos, la Orquesta Infanto-juvenil de Buenavista, la Orquesta de Santiago de Chiquitos y el ensamble de las orquestas Fassiv y la Orquesta Municipal de San Ignacio de Velasco, todas de Santa Cruz; también están la Orquesta Sinfónica Departamental, de Tarija, y la Cámara Filarmónica de Oruro.
Los directores de siete de las ocho agrupaciones (no pudo asistir el director de la orquesta josesana) están siendo capacitados desde el jueves por el maestro venezolano Borgan Ascanio, que destacó la predisposición de los asistentes.
Lo elemental
Ascaino dijo que, si bien este curso es para mejorar la manera en que trabajan, quiere que los directores conozcan primero a los músicos que integran sus orquestas. “Aparte de lo elemental en cuanto a dirección: el gesto, la posición, corregir esos detalles básicos, los directores tienen que aprender a formar la orquesta, a saber qué pedirle para que se consolide”, resaltó el maestro, que viene por segunda vez a Bolivia; la primera fue el año pasado, para la final de la primera edición.
El venezolano hizo hincapié en que un director debe saber que enfrente suyo tiene muchachos jóvenes que están ávidos de conocimiento, y eso se debe aprovechar para guiarlos de la forma correcta.
Buena formación
Ascanio destacó el talento de los siete participantes, agregó que ya llegan al curso con una buena formación en cuanto a dirección, y para tener una mejor perspectiva de sus técnicas y del aporte que puede hacerles, solicitó un cuarteto de cuerdas para que así pueda ver las características de cada uno de los directores.
El maestro señaló además que este tipo de eventos no solo debe verse como algo útil para el fomento de la música clásica en Bolivia, sino también para consolidar el Sistema de Coros y Orquestas (Sicor) que tiene un fin completamente social. “Es un proyecto formador de seres humanos”, acotó Ascaino, que dio como ejemplo el trabajo del sistema de orquestas de su país, a cargo de José Antonio Abreu.
Ascaino destacó que Bolivia puede desarrollar un buen sistema de orquestas gracias a que tiene una gran cantidad de ellas, sobre todo en provincias. “Lo único que falta es cohesionar y unirlas en un solo equipo, bajo una misma directriz, para que de los resultados que tiene que dar”, concluyó
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