¿Qué mejoraría del festival?
C.K.: Sin duda alguna mejoraría el transporte que se brinda en el territorio boliviano, si pudiera. Los autobuses son viejos y poco cómodos, pero son caros y no hay para escoger y encima las carreteras son malas, con huecos y muy poca seguridad. Los servicios turísticos a veces son modestos, pero se suple cualquier carencia con amabilidad hacia el que llega. La gente se queja que las iglesias no son cómodas como lugares de espectáculos, porque los asientos son duros y hace mucho calor, pero ante ello nada se puede hacer. Esta música es para ser escuchada en la acústica de las iglesias. Quisiera tener más tiempo para que los programas que se entregan sean más completos, con más información e incluir la letra de las obras que se cantan, pero todo sale a última hora porque no llega a tiempo la información que deben enviar los grupos. También las entradas me gustaría que se pudieran vender antes, pero no se puede dosificar ante Impuestos Internos hasta que la programación no se cierre y a veces tenemos dificultades para cerrar con los grupos que vienen de fuera del país por temas de coordinación de vuelos, costos, etc.
¿Cómo ha visto el desarrollo del festival?
C.K.: Va muy bien como se hace, pero siempre se puede hacer más. Muchas cosas no se hacen porque nos falta tiempo a último momento y no es cuestión de contratar más gente, porque habría que entrenarla con tiempo para que pueda hacer su trabajo y eso es caro para nuestro presupuesto. Tenemos el personal muy justo. También me gustaría hacer una promoción sostenida y anticipada en los países vecinos, que es de donde, creo, pueden llegar mayores turistas por la facilidad y porque compartimos una historia.
¿Qué expectativas tienen para la próxima versión?
C.K.: Seguiremos con la tónica de las producciones cada vez en más cantidad y más exigentes, porque en ellas nuestra gente aprende y se luce mejor, y además planificamos los repertorios que nos parecen importantes. Los coros y orquestas nacionales deben ir tomando mayor protagonismo, pero eso se podrá si mejoran su calidad aún más. Discutiremos la inclusión de música posbarroca que existe en los archivos musicales bolivianos y discutiremos si debemos modificar el nombre del festival, si se hace esa inclusión como norma.
¿Cuáles han sido las dificultades para la organización del festival de este año?
C.K.: El tema del financiamiento siempre es la mayor dificultad porque vamos de a poco consiguiendo los recursos y la organización del festival no espera a que consigamos todos los fondos. Es un riesgo que asumimos hasta el final. Las producciones son muy caras porque mueven muchos artistas y es lo que más nos interesa ahora como motor de la formación y promoción de nuestros músicos.
¿Cómo ha podido resistir a estos días?
C.K.: La práctica de casi 20 años de festivales me ha vuelto más paciente y segura, sé que todo tiene arreglo y que al final todo va a ir muy bien. Lo disfruto y no me siento cansada.
¿Cómo ha percibido la respuesta del público?
C.K.: Cada vez es mejor, porque el que va ahora a los conciertos ya sabe que le gusta y el buen ánimo del público se siente en el ambiente, el orden y el respeto. Y por supuesto el mayor regalo son los aplausos que brindan.
¿Esta versión 2014 ha superado sus expectativas?
C.K.: Absolutamente, he quedado deslumbrada de lo que hemos vivido y escuchado.
¿Cómo ha sido liderar el festival y cuánto tiempo lleva haciéndolo?
C.K.: Es difícil a veces pero la mayor parte del tiempo es placentero y satisfactorio. Hay que tener mucha experiencia en gestión cultural y sensibilidad para el arte. Soy una de las fundadoras y antes era vicepresidente hasta 2006, cuando asumí la presidencia.
¿Cómo ha equilibrado la dirección de este evento cultural con el ámbito personal?
C.K.: En casi 20 años en APAC se ha formado un extraordinario grupo de personas que sabe hacer muy bien su trabajo y que responde a una ética y compromiso con la organización muy digna de destacar. Prácticamente no tengo nada que decirles porque ellos se anticipan a hacerlo. Les tengo mucha confianza y cariño. Aunque tenemos muchas limitaciones de todo tipo, todos los problemas se suplen con mucha voluntad.
'Queremos consolidar el festival en Beni y Tarija y quizá empezar con Chuquisaca (a la capital Sucre)'.
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