Saturday, September 28, 2013

César Scotta se expresa con alegría y con evidente emoción sobre la Orquesta de la ciudad

César Scotta se expresa con alegría y con evidente emoción sobre la Orquesta de la ciudad y el cuarto espectáculo de su historia, Santa Cruz, memoria y futuro, el mayor musical montado anualmente en la capital cruceña y el más ambicioso a escala nacional. En su espacio creativo y junto al piano donde dio vida a los arreglos inéditos que se revelarán esta noche, el maestro Scotta responde a EL DEBER.

César, preséntenos a la Orquesta de la Ciudad...

A la Orquesta de la ciudad la forman músicos que provienen de distintas vertientes: una base popular roquera, jazzística contemporánea; una orquesta sinfónica completa en la que excedemos los vientos con lo que tenemos casi una banda cruceña con sus trompetas, trombones y saxos y un coro de 60 personas.

¿Qué espíritu la motiva?

Queremos llevar la música del oriente boliviano a la máxima expresión. La razón de su existencia es festejarnos a lo grande para decir: esta es nuestra cultura y nuestras posibilidades artísticas, sintámonos orgullosos de lo que somos y representamos. Para eso ponemos toda la carne en el asador, el esfuerzo, inteligencia, capacidad y talento de la gente.

¿Qué diferencia a Santa Cruz, memoria y futuro de las anteriores puestas en escena?

Que incorporamos desde lo más popular a lo más ecléctico. Eso es Santa Cruz hoy. La Orquesta de la Ciudad simboliza la unión total, la sinergia y el trabajo en equipo. En escena, entre músicos, coristas y ballet habrá 140 personas. El equipo técnico tiene 60. Santa Cruz, memoria y futuro va a durar una hora y media. Es nuestro espectáculo de mayor envergadura y producción técnica en todo: en arreglos y despliegue en sonoridad con nuevas tecnología para mejorar el sonido en vivo. Queremos superarnos.

¿Qué ofrece el espectáculo?

La suite de inicio, Santa Cruz a vuelo de pájaro, tiene tres números. Primero Samaipata ancestral, escrita hace más de 10 años por Héctor Molina y rescrita para la versión 2013. Es una danza de duendes y de brujos que intentan acercar los últimos vestigios de la cultura incaica con la raza chané y guaranítica. Sus melodías pentatónicas y hectafónicas nos invitan a reflexionar que tenemos un origen común. La segunda parte, Vallegrande, muy alegre, invita a disfrutar del aire vallense, que, bajando por la carretera hacia Santa Cruz, deriva en El carretero, de don José René Moreno. Muestra la grandiosidad de una urbe con sus toques de pujanza, avance, alegría y espíritu bullanguero. Después irrumpe el cuadro misional que simboliza el encuentro entre la capital y las provincias. Se trabajó con protagonistas nativos, entre ellos los yarituses, que se integrarán al escenario y la Orquesta de la Ciudad acompaña su desempeño

GRATUITO

1. La presentación hoy será en la Manzana Uno, a las 20:00, sobre un escenario de 20 m de ancho por 19 m de profundidad. El predio tendrá espacio para invitados. El acceso para el público es libre.

2. Solistas: Sonia Barrientos, Tingo Vincenti, Ronaldo Vaca Pereira, Laura Camacho.



3. Antecedentes: La Orquesta de la Ciudad nació como la Gran Orquesta y Coro de los 450 años en febrero de 2011 cuando se llevó a escena la cantata Somos un río libre y de pie (escrita por Édgar Lora), dedicada a la fundación de Santa Cruz. El éxito de ese evento hizo que la Alcaldía lo instituya para cada septiembre como concierto y Orquesta de la Ciudad. En 2012 se llamó Los sonidos de la libertad.


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