El CCSC apuesta a la cultura como motor productivo

Seis meses después de haberse alertado que solo una ley podía salvar al Centro Cultural Santa Cruz (CCSC), ayer fue promulgada una disposición gubernamental que garantiza la incorporación de la institución, fundada hace cuatro años, a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.

El acto, que contó con la presencia del primer mandatario de la nación, casi no se llevó a cabo porque justo ayer la CRE iba a proceder al corte de energía en el edificio de la calle René Moreno por cuatro meses de deuda. El hecho, más que para la anécdota, refleja que el tema económico es el central en el panorama del centro, porque a partir de ahora podrá recibir recursos para gastos operativos, para consolidar el proyecto arquitectónico y el proyecto cultural.
Al consolidar su posición legal, el Centro Cultural Santa Cruz se eleva al rango de patrimonio del Estado plurinacional, al igual que los demás repositorios de la fundación.

Desafíos
Según el coordinador operativo e impulsor de la ley, Jorge Aliaga, la temática vocacional estará enfocada en la alimentación y la cultura como motor productivo y económico de Santa Cruz, idea relacionada con el concepto de seguridad alimentaria. “Vamos a seguir trabajando con culturas vivas, con los que producen arte, pero también vamos a recibir proyectos elaborados en función de los diferentes niveles socioculturales del concepto de alimentación”, explicó Aliaga

Visión y objetivos

Proyecto cultural
Ligar el desarrollo de los proyectos culturales de colectivos, instituciones, artistas y gestores independientes con el concepto de alimentación como motor productivo de Santa Cruz.

Identidad del centro
A fines de mes se convocará a un seminario para que la sociedad civil provea de insumos que ayuden a definir la vocación del centro. Según el consejero, Homero Carvalho, hay la propuesta de que tenga una vocación relacionada con la madera y el agua por pertenecer a tierras bajas.

Presupuesto destinado
La modificación de la ley 1670 garantiza un presupuesto, a partir de la gestión 2014, de Bs 20 millones, siete para la compra del terreno que da a calle la Independencia, siete para la segunda fase del proyecto del edificio que incluye la construcción del teatro, biblioteca, cafetería y salas multifuncionales. Un millón será para equipamiento de la obra gruesa y cinco millones para la programación de actividades y contratación de personal.