Sunday, December 8, 2013

Ahora está en teatro El regreso de un elfo obstinado

Dónde se mete uno de los actores más atractivos del mundo cuando quiere desaparecer? En el único sitio donde nadie buscaría: en casa. Y si ese hombre es Orlando Bloom, un inglés con afición por el Manchester United, los perros, el té y el surf, la cosa adquiere otra dimensión.

Exvegetariano, exfumador, separado (su matrimonio con la modelo Miranda Kerr duró tres años y se rompió hace un mes) y padre de un niño. La suerte del actor tuvo altibajos, pero no puede negarse su habilidad para hacerse con papeles de altura, sobre todo si se mira la taquilla: las trilogías de “Los piratas del Caribe” y “El señor de los anillos” le han dado fama y fortuna.

Pero en los últimos años, el mundo parecía haberse olvidado de Bloom, que por su parte decidió dedicarse a lo suyo y a aparecer en algún anuncio. Fin del misterio.

Lo que hace. "Durante un par de años, mi prioridad fue mi familia. Más que cualquier otra cosa. No quería perderme la infancia de mi hijo Flynn. Uno siempre puede retomar el cine, pero con un niño no hay tregua que valga", dice el británico, sin parecer demasiado preocupado por recuperar el tiempo perdido en un universo (el cinematográfico) con muy mala memoria.

"Tengo un recuerdo maravilloso de la trilogía y de mis tiempos en Nueva Zelanda, así que cuando Peter (Jackson) me llamó, no me lo pensé demasiado. Bueno, le pregunté si realmente había algún significado, si tenía sentido que Légolas reapareciese en escena o si era un simple truco", contó.

"Creo que el espectador podrá saber más de Légolas, de la relación que este tiene con su padre, Thranduil, y de por qué soy un elfo distinto, más militante. No olvidemos que Légolas no aparece en el libro de “El hobbit”, y lo último que quería es que los fans pensaran que era un error que mi personaje apareciera en el filme”.

Jackson y él. Bloom empezó a ejercer su profesión a finales de los 90 en la escuela de arte dramático de Hampstead (Londres), como tantos otros actores made in England. En 1997 debutó con un pequeño papel en la película “Wilde” y sin tiempo para parpadear apareció Peter Jackson.

Corría 1999 y el actor lo recuerda bien: "Peter fue mi ángel de la guarda y en cierto sentido todo lo que conseguí en mi profesión se lo debo a él. Es un hombre al que pido consejo y nunca me falló".

Un elfo bien activo. Bloom debutó en las tablas de Broadway con una adaptación de “Romeo y Julieta”. “Mi madre me dijo que cómo se me ocurre empezar a hacer teatro con una obra así, la pobre está preocupada, pero ya le indiqué que no sufra. La verdad es que es un monstruo, una obra inagotable, pero me apetecía buscar un reto nuevo", relató.

A juzgar por la reacción de la crítica neoyorquina al galán, considerado uno de los hombres más guapos del planeta por la prensa, le salió todo bien, porque tuvo un debut de primera categoría, como escribió el New York Times.

Sea como fuere, el inglés, budista desde hace un par de lustros, se toma su regreso con mucha calma. "Voy a ir paso a paso, ahora tengo dos Hobbits (la tercera película de la trilogía se estrena en 2014) a mis espaldas y la obra de teatro para el día a día", concluyó.

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