“Gingulber” del elenco Paralamano de Sucre, “En manos del enemigo” puesta en escena por Metamorfosis (España) y Nosotros Dos (Santa Cruz); y “La locomotora loca”, interpretada por Carne de Cañón (Santa Cruz), son las tres obras que se presentan hoy en el marco del XV Festival Bertolt Brecht de teatro.
La primera comienza a las 19:00 y la segunda a las 20:00, ambas en el mARTadero; mientras que Carne de Cañón actuará en el karaoke Amadeus Club (Boulevard de La Recoleta) a las 22:00.
“La locomotora loca”, obra original del polaco Stanislaw Ignacy Witkiewicz, fue una de las obras ganadoras del Peter Travesí 2013 y en este mismo festival Berenice de la Cruz, una de sus principales intérpretes, consiguió el premio a la Mejor Actriz.
Con esta pieza, Carne de Cañón el año pasado también ganó un fondo concursable de APAC (Santa Cruz) para premontaje y gracias a ello es que pudieron llevar la obra por Cochabamba y La Paz.
Además, el grupo participó en el Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz y en el Festival de Teatro Independiente, entre otros.
“El proyecto comenzó a fines del año pasado. Hemos hecho bastantes presentaciones, temporadas muy largas, somos ocho personas contando el director (Andrés Escóbar) que también actúa”, cuenta Berenice de la Cruz y Mariana Bredow –también parte del elenco– agrega que “esta obra nace a partir de un proyecto de tesis de Andrés Escóbar, para la Escuela Nacional de Teatro (Santa Cruz)” que aborda “lo grotesco y el teatro de la forma pura”.
Sobre esta propuesta su director dice que “busca un espacio alternativo donde el público esté más suelto y se abandone un poco la solemnidad del teatro y del escenario”.
Actores profesionales
“Todos –yo soy la única excepción–son egresados de la Escuela Nacional de Teatro de Santa Cruz. Allá se han conocido y han trabajado durante tres años como alumnos y ahora están en el camino de su profesionalización y ésta es una de sus primeras obras como actores profesionales y como grupo”, dice Luis Bredow, también parte del elenco de Carne de Cañón.
Por su lado el mexicano Andrés Escóbar dice que “de alguna manera creo que algo bien especial del grupo es que la amistad y el trabajo que tenemos también enriquece mucho el trabajo, porque todos tenemos origen diverso: hay chilenos, mexicanos, chuquisaqueños, cruceños, suizos”.
Según Mariana, el grupo se unió con “el deseo de hacer algo experimental, de hacer nuevas formas de teatro, de encontrarnos, romper con las tradiciones”.
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