Friday, March 13, 2015

Sadismo o cinismo: es el dilema en La santa cruz de Sade

Han transcurrido dos siglos desde que el marqués de Sade desapareció de la faz de la Tierra, pero las leyendas creadas en torno a él y la palabra que imprimió en el diccionario como descripción de sus enfermizas conductas se mantienen muy vigentes. ¿Qué tan enfermizo sos? ¿Entonces todos estamos enfermos? ¿Es una enfermedad o así la tildan los reprimidos?

Uno de los escritos del Marqués de Sade inspiró la obra que desafía al teatro convencional local y lleva todos los ingredientes originales del texto que uno de los franceses más famosos del mundo escribió durante su cautiverio. Desde hoy y solo durante seis funciones, La santa cruz de Sade se verá en el Centro de la Cultura Plurinacional.

Es la última obra que dirigió Diego Aramburo y la primera que hizo en Santa Cruz de la Sierra.

La califican de transgresora y no está de más advertirte, que lo cumple a cabalidad. Te damos pautas para responder las primeras cuestionantes o para dejar que lo hagan por vos.

El personaje
El marqués de Sade fue un controversial escritor francés, cuyas obras han sido incluidas en el índice de libros prohibidos de la Iglesia católica, por los relatos de la crueldad que aplicaba sobre otras personas para satisfacer sus más inhumanos instintos. En la obra, el legado de Sade se expande a hombres y mujeres, grandes y jóvenes, ricos y pobres. Iglesia, el Nuevo Estado y la Sociedad fueron el blanco del crudo marqués y lo son de Aramburo.

El teatro contemporáneo
La santa cruz de Sade responde a este género vanguardista que profundiza en la sique y en ella, los actores entrelazan los personajes del texto Filosofía de la alcoba, con vivencias actuales y personales.

Es Santa Cruz o es cualquier ciudad
La historia transcurre en una sociedad machista, violenta, falsa y cínica. Las ‘frater’, los reinados de belleza y el estatus social son lo más importante para sus ciudadanos. Los ‘maricas’, las ‘zorras’ y los yescas, sus enemigos.

Crueldad
Sinónimo de brutalidad, inhumanidad o sadismo. Suena fuerte y condenatorio, pero la pornografía en las redes sociales, el abuso físico y sicológico de la mujer y muchos otros aspectos son alimento diario de las almas de este planeta. Este sexteto lo explora, lo ataca y lo disfruta.

Contenido sexual
El marqués de Sade acudió al sexo como forma principal de su transgresión a las normas que lo rodeaban, por ser la mojigatería una de las principales características de ese entorno. Aramburo explica que en medio de una sociedad que pretendía salir del oscurantismo y aún vivía secuelas de la Inquisición, no es casual que el marqués, luego de haber sido educado y reprimido por su tío, jesuita de alto rango, haya decidido que la “agresión a Dios y a sus postulados” llegue a los actos sexuales más violentos, para “provocar al Ser Supremo”, que ni salvaba a los puros ni castigaba a los grandes libertinos, sean aristócratas, burgueses, sacerdotes o militares. Tampoco es casual que precisamente los jesuitas hayan dejado trazos de su fuerte presencia en nuestra región, trazos que incluyen su cruz potenzada en el escudo de Santa Cruz.

Estereotipos
No los crea el director, los actores ni nadie. Existen y están. La presencia de arquetipos y clichés, siendo estos decididos consciente y estratégicamente para transmitir algo, es una característica que surge en la posmodernidad de las artes y se mantiene vigente.

Espacio alternativo, pensamiento alternativo
El uso de espacios no convencionales para la cultura otorga un valor arquitectónico al hecho artístico escénico, pero, sobre todo, refleja una forma de pensar y vivir la relación arte – entorno. Aramburo eligió el subsuelo del Centro de la Cultura Plurinacional, donde la historia transcurre en medio de una ciudad de cemento.

SIN PREJUICIOS
Más que ser una obra prohibida para menores de edad, se trata de una obra que puede infartar a quien no tenga un criterio amplio.

El director
Diego Aramburo es uno de los directores de teatro boliviano más premiados dentro y fuera del país. En sus más de 25 años de trayectoria se pulió en los géneros no convencionales y tradicionalistas. En la obra no encontrarás trazos del teatro costumbrista ni de humor simplón.

Los actores
La obra significa un gran reto para Gabriela Sandoval, Nancy Cronen, Hugo Francisquini, Winner Zeballos, Adriana Lea Plaza y Gisely Ayub, que pasarán por encima de los tabúes de una sociedad tradicionalista y machista. Desde sus papeles, o desde su rol de actores criticarán al ‘sistema’. Los textos, incisivos, invitan a no perderlos y, sobre todo, a reflexionar

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