Encuentro. Se realiza con el objetivo de que la cultura del graffiti crezca con nuevos talentos y tengan la oportunidad de desarrollarse en nuevos espacios con permisos y que no sean vistos como un acto vandálico, sino “cambiar el estereotipo que la gente tiene de este arte (graffitis)”, indicó Jackson “Kars” Herrera, organizador del encuentro “Graff War” en Perú y por primera vez en Bolivia con organización del Colectivo Artesano, ARTErias Urbanas, Esencial Corp y Espacio Cultural 179.
'Bronik' Verónica Serón (Perú)
El graffitis es para todos, no tiene sexo y solo requiere de creatividad, indicó la jovencita de 22 años que también estudia Ilustración en Barcelona, España. Lleva 6 años de “diversión” con el graffitis y uno de sus dibujos para la competencia en el Hogar San Lorenzo representó la “validad”: "cada persona siempre tiene un lado escondido que luego sale a la luz", indicó.
Esfuerzo.
El encuentro no solo consiste en pintar paredes, cuadros o veredas, sino que el talento se entremezcló con la adrenalina luego de pasar horas colgados de una soga cargando sus mochilas con decenas en variedades de aerosoles. La imagen es de uno de los muros realizados en la Facultad de Arquitectura de la universidad estatal con más de 10 metros de altura.
El Valor.
Para un graffitis del tamaño de la imagen (regularmente mediano) cada artista gastó entre 6 a 7 aerosoles lo que equivale a Bs 700 porque el spray de la marca Montana Colors (especial para graffitis) llega a costar Bs 100. "En Bolivia hay aerosoles pero no son los apropiados para este tipo de arte", indicó Muse Aeromural, que llegó desde Chile al encuentro.
'Trazo' Paulo Virreyra (Perú).
Se inspiró en el concepto de lo que significa el graffitis para todos los que están sumergidos en este arte. Para ello plasmó a un hombre mayor de edad, quien "representa que el graffitis es para toda edad y no tiene nada que ver con la rebeldía de la juventud, las drogas o sexo como muchos lo consideran", manifestó Trazo.
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