Aún continúo sacudiéndome de la risa con el insólito debate entre los candidatos presidenciales Evo Morales y Samuel Doria Medina. Y es que las ocurrencias de Los Morbotones merecen la más alta calificación.
El elenco cruceño muestra un espectáculo que mezcla música, canto y comedia. Tiene el estilo de Les Luthiers, pero no se trata de una mala imitación como las que abundan en nuestros escenarios, sino de una evolución digna y con identidad propia. Los Morbotones hacen un humor popular, criollo y juvenil. El conjunto sabe aprovechar los talentos individuales de sus miembros, por ejemplo, Porfirio Azogue tiene más de 15 años de experiencia teatral y es director de la compañía Ditirambo; Roberto ‘Chichi’ Kim es actor profesional y lleva más de 24 años en las tablas;
Claudio Arduz es uno de los mejores violinistas de Bolivia y director musical de la Camerata del Oriente (CO); Pablo Crespo es multinstrumentista y cantante; finalmente, Marvin Montes es director artístico de la CO y un hombre orquesta.
Una de las claves de este show es el guion. Un texto elaborado por Azogue con aportaciones del resto, que contiene presentaciones de situaciones cotidianas expuestas sin tapujos y sin sesgos morales. Un atrevimiento destacable en tiempos de autocensura política por parte de los humoristas nacionales.
Esa irreverencia, provocación y audacia marcará un quiebre en el humor nacional. Sin miedo a equivocaciones se trata de un evento altamente recomendado para mayores de 14 años. Que lo disfrutés
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