El director de la Escuela Nacional de Teatro celebra los logros obtenidos este 2014, entre los que se encuentra la exitosa gira de Amassunu, el elenco de la escuela por varias ciudades de Europa. Malavia mira con buenas perspectivas el año que viene, que lo tendrá inmerso en varios proyectos, entre ellos el Festival Internacional de Teatro, del cual es el director.
¿Cómo califica el 2014, que lo tuvo viajando con los alumnos de la escuela y celebrando los 10 años de la institución?
El balance nos encuentra justo en la selección de los nuevos integrantes de la escuela. Entre las cosas que hemos logrado está haber conseguido que se reconozca en la escuela a una institución de formación superior artística, es decir, los que quieren formar parte de ella saben que tienen que venir con herramientas y un conocimiento previo. En 10 años se siente que hay un nuevo teatro y una nueva generación de actores, además de una reflexión sobre el lugar del teatro de la sociedad, que ya no es solo un lugar para la diversión, sino que también tiene su rol de cohesión social entre las diferentes clases. Ese discurso institucional también lo difunden los alumnos al expandir el movimiento y la solidaridad entre los artistas con los barrios. Es una de las cosas más importantes de estos 10 años.
¿La idea del nuevo teatro también ha sido captada por el público?
La gente ahora paga para ver las obras, porque sabe que los artistas viven de eso. Ahora hay más comprensión de nuestro trabajo, aunque siempre he percibido en Santa Cruz una apertura hacia lo nuevo, lo diferente. El Festival Internacional de Teatro es la mejor prueba de eso, como también el fenómeno que está ocurriendo con la Feria Exposición, donde los actores de teatro se están convirtiendo en la atracción, ya no solo las azafatas. Los artistas son respetados como artistas y tienen una remuneración como artistas. Eso habla de que las empresas buscan una garantía de calidad.
¿Este salto cualitativo que se está viendo en el teatro en Santa Cruz ha sido propiciado por la escuela?
La percepción nacional, sobre todo. Creo que el teatro ha tomado un valor a los ojos de la gente y la escuela tiene mucho que ver con eso, modestia aparte, sobre todo el proyecto de profesionalización, es decir, saber que para estudiar teatro hoy se necesitan cuatro años y medio. Es algo que nace de una formación, que no se consigue así nomás. Las familias ahora apoyan a sus hijos actores, cosa que hace 10 años era muy distinto cuando estábamos solos contra el mundo.
¿Cómo califica la experiencia de la gira por Europa que realizó
Amassunu, el primer elenco de la escuela?
Yo siempre les decía a los alumnos que el nivel de formación de la escuela no tiene nada que envidiar a cualquier escuela de Europa. Ellos respondían: “Claro, lo dice porque es el director, no va a decir que no lo hace bien” (risas).
Eso es interesante porque la gira con Amassunu en Europa fue un éxito total. Actuamos un mes en La Cartuchería, un lugar de prestigio en París y a las funciones asistieron alumnos y directores e instituciones de teatro muy prestigiosas en Francia. Ellos se impresionaron del nivel de formación. Esa repercusión, como también los comentarios de la prensa, sin duda fueron lo más satisfactorio y una muestra de que estamos haciendo bien el trabajo.
¿Qué resultados dejó la gira del elenco?
Ariane Mnouchkine (figura sobresaliente del teatro mundial, fundadora en 1964 del Teatro del Sol de Francia) fue una de las que más quedó impresionada por el nivel de actuación de los chicos de la escuela.
Ella me preguntó si me gustaría hacer una alianza con el Teatro del Sol y la escuela. Claro que le respondí afirmativamente, porque ella no ofrece eso a cualquier escuela. El acuerdo está confirmado y estamos prefigurando un proyecto para que, probablemente en 2016, venga Ariane junto con seis actores de la compañía para hacer una residencia de un mes en la escuela. Será algo único en Bolivia.
¿Cómo anda el apoyo económico para la escuela? ¿Sigue esperando que se pronuncie el municipio?
Una de las instituciones que nos ha acompañado de manera sólida es la fundación Repsol. También la Fundación del Banco Central de Bolivia, BoA y las embajadas de Francia y España han sido importantes porque nos apoyaron en la gira.
Ahora, sería interesante que dentro de la estructura del Ministerio del Culturas exista un fondo destinado únicamente a las compañías de teatro bolivianas invitadas a festivales internacionales, para que así se puedan financiar los pasajes. Seguimos esperando a la Alcaldía
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