Han transcurrido ocho días del X Festival Internacional de Teatro Santa Cruz de la Sierra con el lema "Multiplicando Miradas", donde los elencos locales, nacionales e internacionales han mostrado un trabajo impecable a través de sus obras que han sido muy aplaudidas por los espectadores que se han dado cita a las diferentes funciones y escenarios, sin embargo, el público no sabe qué ocurre antes de abrir el telón como los problemas de vestuario o las fallas técnicas que pasan desapercibido en el momento y pasado el tiempo quedan como una anécdota en la memoria de cada integrante de los elencos.
La función debe continuar a pesar del clima El director de Titiritando Teatro, César Estrada, tuvo percances con el clima y a pesar de ello el concierto del Gallo Tomillo continuó en sus dos presentaciones. "A pesar de la lluvia que cayó el pasado lunes en Santa Cruz, nos tocó realizar la primera función en la Carpa Infantil, el lugar tenía el escenario mojado y a pesar de ello se presentó la obra, ya que había mucha gente esperando por el acto, eso me sorprendió porque a pesar del estado del tiempo se tuvo bastante público en los dos horarios".
Problemas que no faltan. La coordinadora del evento, Selma Baldiviezo, señaló que durante los días que van del festival le ha tocado vivir algunas experiencias, por ejemplo: "El pasado sábado, al momento de salir al escenario, en la obra 'Un dilema con mamá' no funcionó el sonido, lo que nos puso en apuro a todos los que estamos detrás del telón, aunque no se demoró en solucionarlo y el público no se percató de lo sucedido. El lunes también vivimos otra experiencia en los camerinos de los actores de la obra 'Tu me manques', donde se terminaron todos los insumos del refrigerio, ya que fue el elenco más numeroso", argumentó.
El vestuario siempre trae problemas. El actor y coordinador del festival, Mario Aguirre, nos cuenta que también le ha tocado presenciar un problema con la vestimenta. "Presencié problemitas que considero que a cualquiera le pasa, un actor media hora antes de iniciar la función se acerca a la coordinadora de sala para pedirle que le compre una camisa blanca porque la de él se le olvido en el hotel, la reacción inmediata de los encargados logró solucionar el problema rápidamente.
Butaca uno
Cuando el teatro es una fiesta
Freddy Oviedo
Cuando hay alegría, risas, música y todos estamos contentos es una fiesta. En ese marco, el grupo Zinneke Kabuki, de Bélgica, nos convidó a una velada inolvidable con su obra "Doffice". Así, el Festival Internacional de Teatro Santa Cruz de la Sierra alcanzó su verdadera esencia: ser festivo, tener festividad (fiesta con solemnidad) ser festival artístico con mayúsculas.
La emoción con la que escribimos es motivada por una actuación de lujo. La obra, de Othmane moumen, Michel Carcan y Xavier Elsen, y dirigida por Xavier Elsen, narra sin palabras la vida rutinaria de una oficina, la rivalidad propia de colegas y también generacional.
La promesa anunciada en el programa: "Doffice combina gestos, gags, humor, poesía y surrealismo” se cumplió a cabalidad; es más, la versatilidad, la extraordinaria expresividad corporal, la magistral actuación de los dos artistas en escena, apoyados solo por dos sillas y una mesa, envolvió de magia la sala y todos fuimos transportados a escenas inverosímiles plenas de humor. Todo en una combinación del arte de las marionetas, mimos, clown y cómics. El público ovacionó de pie y lanzó "hurras" y "bravos" para estos grandes actores.
Sin lugar a dudas, uno de los puntos más altos de este festival.
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