Desde Moxos para el mundo

En el marco de la inscripción de la Ichapekene Piesta, Fiesta Mayor de San Ignacio de Moxos, a la lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el Ensamble de Moxos empezó su gira europea con éxito, ya que llenó la sala de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, las Ciencias y la Cultura (Unesco) para 1.200 personas, algo que no pasa muy a menudo. Además, estará 3 meses tocando en Alemania, España, Holanda, Suiza, Bélgica, Luxemburgo y República Checa. El Día conversó con Raquel Maldonado, desde París, que es la directora de Escuela de Música de San Ignacio de Moxos desde el 2004. Es la primera vez que el Ensamble de Moxos sale en la tele nacional. Además, se pasó el concierto al vivo por Bolivia Tv. También es la primera vez que se realiza una retransmisión desde el extranjero. Los chicos del Ensamble contaron que sus familias les mandaban fotos, desde San Ignacio de Moxos, de la "tele" mientras los veían.

De San Ignacio de Moxos al mundo. "No es la primera vez que el Ensamble de Moxos tiene la responsabilidad de representar a la cultura de nuestro país en el exterior", señala Raquel Maldonado, quien destaca que tienen un compromiso no solo con su pueblo, sino también con ellos mismos y el país. Consultada sobre cómo siente que la reciben en el viejo continente, ella señala que la gente descubre una Bolivia desconocida. "Ponemos en concreto a la cultura moxeña en el mapa mundial", dice Maldonado, al explicar que el público los recibe con respeto y como una novedad "el poder ver el colorido de nuestra vestimenta, el diseño de nuestros trajes, que implican una climatología diferente y un pasaje distinto y una música nueva", que esto se muestra como una diferencia al imaginario europeo que espera una postal turística de tierras altas generalmente.

Prejuicios. "Esta música está cargada de historia que nos compromete casi hasta un nivel político, entonces es por eso que este tema es crucial y estamos siempre en búsqueda y reflexión", indica Maldonado sobre esta clase de experiencias para el ensamble. Además, añade: "Hay un prejuicio general de Bolivia. ¿Quenas? ¿Zampoñas? se preguntan algunos sobre lo que vamos a tocar a partir de este cliché de lo que es nuestra cultura". Raquel además señala que la etiqueta de boliviano no solo la contemplan en lo cultural, sino que también en el trato. "Muchas veces no nos dejaron tocar en el altar de las iglesias y nosotros estamos tan acostumbrados a hacerlo, después cuando ven nuestra interpretación nos piden disculpas", comenta. Por esto los chicos de Moxos sienten satisfacción como grupo de poder borrar esa imagen de Bolivia, pues ellos ahora tienen un nivel profesional internacional que es respetado.

Vitalidad de nuestra cultura. "Nos hace felices el poder vivir de la música en Bolivia habiendo nacido en San Ignacio de Moxos, es algo que nadie podría creer", indica la directora de la escuela, que actualmente está formando nuevas generaciones de músicos en Beni. "Tenemos niños en este ensamble con 12 años. Además, tenemos una gran cantera abierta a proyectos que apuntan a adolescentes y jóvenes, también a formar público", finaliza Maldonado, que es la directora de este centro de formación con más de 200 alumnos en la actualidad. El Ensamble de Moxos tiene como mayor reto el poder seguir haciendo esta música, “rescatando la música, sacándola de nuestras abuelas, buscando grabaciones antiguas”, indica Maldonado y también señala que quiere seguir conmoviendo no solamente a nuestros gobernantes y sociedades extranjeras, sino mover los aparatos gubernamentales para que se impliquen más directamente, además que señala que ya están cobijados por instituciones y eso los hace sentir que tienen un futuro promisorio.
\