Payno: pasado y presente, la historia viva del arte local

Tiene 89 años pero aún transita con firmeza por las calles de la capital cruceña, esta urbe bulliciosa que a mediados del siglo XX era apenas una pequeña aldea de carretones y barrizales. En esos tiempos, más precisamente en 1944, José María Payno llegó de España junto a su padre; buscando mejores días y alejándose de los fantasmas de la cruenta guerra civil que sacudió el espíritu de una nación. Mientras otro conflicto bélico, la Segunda Guerra Mundial, amenazaba con extenderse a otros puntos del planeta, Payno encontró en esta tierra la oportunidad de dejar la marca de su vena artística y dar rienda suelta a sus sueños de libertad.

José María Payno descansa en los asientos de mármol de la plaza principal, luego de ser fotografiado en el Concejo Municipal, junto al cuadro emblema de la fundación de Santa Cruz de la Sierra, obra que nació como una iniciativa propia al conmemorarse el cuarto centenario de la creación de la ciudad. En esta urbe camina firme este personaje, historia viva del arte local, que será homenajeado con una retrospectiva de su obra a partir de este jueves en la Casa de la Cultura.

Payno toma un café, luego un micro y retorna solo a su casa del barrio McDonald. Allí vive con su esposa Esperanza, con sus mascotas y parte de su descendencia, hijos, nietos y bisnietos que lo visitan y que han sido retratados en algunos de los cuadros que adornan los pasillos. Allí también tiene su rincón donde todas las mañanas se rencuentra con sus pinceles y sus lienzos para seguir creando, para seguir alimentando su alma con una labor que ha sido fundamental en la misión de prolongar sus días, acompañado de un estilo de vida sana y vegetariana. Payno asegura que este hábito alimenticio le ha dado tan buenos resultados que lo han ayudado a superar una especie de leucemia, sin tener la necesidad de recurrir a tratamientos riesgosos.

Nuevas formas
El artista ha dejado su sello a través de la pintura coloidal, una técnica que creó con la intención de buscar nuevas formas de expresión artística y de conservar los cuadros. “Me preocupaba que la pintura manejara fácilmente y que tuviese buen aspecto y conservación en sus materiales. Gracias a algunos conocimientos de química, por mi profesión de veterinario, investigué hasta conseguir una pintura a base de las sustancias coloides presentes en los elementos químicos”, explica.

Payno realizó su primera exposición en 1945, en los salones de la Alcaldía, en los que algunos afirman que fue la primera muestra individual de un artista en la ciudad. Esos primeros cuadros mostraban paisajes de la región y el quehacer cotidiano de los pobladores, sobre ancianos, con esa expresividad que siempre le llamó la atención. “Mi arte alternaba paisajes con personajes, pero siempre procuré mantener la característica del figurativismo”, expresa.

Pero, además, la historia dice que abrazó tendencias realistas, cuadros históricos, bucólicos y costumbristas, procurando siempre documentarse antes de dar el primer brochazo. Un ejemplo de ello es la pintura de la fundación de Santa Cruz de la Sierra, cuadro de 3,5 por 2,20 metros, que realizó con el asesoramiento de Hernando Sanabria, con el que viajó hasta San José de
Chiquitos, al sitio mismo de la fundación.

Nunca le interesó inmiscuirse en la política por su condición de ciudadano extranjero (aunque actualmente tiene nacionalidad boliviano-española), lo cual no impidió que su obra sea sensible con la realidad social de su entorno. “La mayor satisfacción que me ha dado el arte es el sabor íntimo del trabajo. Lo que motiva a un artista es el contacto con la gente, con la vida, es una forma de expresar los sentimientos”, finalizó Payno

OPINIÓN



JOSÉ MARÍA PAYNO Y SU VALIOSO APORTE A LA PINTURA CRUCEÑA
ROLANDO PAREJAS EGUÍA - COLECCIONISTA DE ARTE
José María Payno es uno de los pioneros del arte pictórico en el oriente boliviano. Durante casi 70 años ha pintado innumerables obras al óleo y otras técnicas, acompañando la transformación de Santa Cruz, de los años 40 del siglo XX hasta la ciudad moderna y cosmopolita de nuestros días, que aún representa en sus lienzos.
Llegó de España a Santa Cruz de la Sierra, a sus 20 años y se enamoró de las calles polvorientas y retorcidas, de viejos aleros y árboles frondosos. Como otros extranjeros venidos de lejanas latitudes, sucumbió al embrujo del trópico cruceño. Heredero de la tradición pictórica proveniente de la península ibérica, tanto de España como de Portugal, pero de formación más bien autodidacta, Payno representa en sus obras las costumbres urbanas y rurales de Santa Cruz, pero también cultiva la alegoría histórica y el retrato de sus contemporáneos. Creador de la pintura coloidal, Payno ha mostrado inquietudes no sólo prácticas sino teóricas, al formular una relación matemática entre los números y el arte, en su libro editado en 2002 Las artes y las proporciones estéticas. Docente y formador de jóvenes artistas en la Escuela de Bellas Artes ha sido uno de los fundadores de la Asociación de Artistas Plásticos de Santa Cruz, siendo distinguido con la Medalla al Mérito Municipal por el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra.